Muchas veces cuando hablamos de talleres de risoterapia, una de las respuestas frecuentes es:

«A mí no me hace falta, yo estoy todo el día riendo»

Siempre lo comparo con ir el gimnasio, mi respuesta siempre es: «no me hace falta, estoy corriendo siempre arriba y abajo» . Aunque todos sabemos que el ejercicio que haces en el gimnasio no es comparable a llevar vida ajetreada.

Por experiencia, sabemos que asistir a un taller de risoterapia es una experiencia única y muy enrequidora, ¿por qué?

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Sabes que a través de la risa ejercitamos más de 400 músculos de nuestro cuerpo, el cerebro libera altas dosis de dopamina y endorfinas conocidas como las hormonas de la felicidad.

Además de producirnos un gran placer a reír ayuda a prevenir y evitar angustias, estrés y depresión y mejora nuestra esperanza de vida.

• Beneficios físicos 

1. Relaja al organismo.
2. Favorece al corazón y al sistema circulatorio.
3. Mejora la función respiratoria y aumenta la oxigenación.
4. Favorece el sistema inmunológico.
5. Tiene efecto analgésico gracias a la liberación de endorfinas.

• Beneficios psicológicos y sociales

1. Reduce la ansiedad y el estrés.
2. Alivia los síntomas de la depresión.
3. Distrae de preocupaciones.
4. Refuerza la autoestima.
5. Ayuda a afrontar positivamente los problemas cotidianos.
6. Potencia las capacidades intelectuales.
7. Permite estrechar relaciones, aumentar la confianza y reforzar los vínculos entre los personas.
8. Predisponen a la cooperación y la solidaridad.
9. Facilita la comunicación entre las personas.
10. Ayuda a prevenir conflictos y disminuye los niveles de agresividad.

– mejorar la comunicación entre padres e hijos

– compartir emociones positivas

– profundizar los lazos afectivos

– favorece el autoconocimiento

– liberación y experimentación emocional

– desarrollar múltiples fortalezas humanas y capacidades como la imaginación, la creatividad, etc.

– a través del juego: experimentar, percibir, explorar, conocer, crear y crecer individualmente y en la relación familiar