Los niños y no tan niños nos quedamos fascinados ante un espectáculo de magia a la vez que centramos todo nuestro interés en intentar descubrir dónde está y cómo se hace el truco.
Dentro de cada niño hay un mago en potencia y hacer trucos de magia a sus amigos y amigos o familiares los hace crecer en autoestima.
¿Qué os parece si les regalamos ilusión y un taller lleno de emoción y diversión?